Hablar de Victor Aparicio, Victor Abundancia o simplemente Victor “Coyote”, como prefiráis, es hablar de unos de los artistas más polifacéticos y desconocidos del panorama musical español…
Victor empezó con su banda “Los Coyotes” en el año 1979, canciones como “Extraño corte de pelo”, “La estación fantasma” o “300 kilos” comenzaban a sonar en emisoras de radio nada comerciales, pero no fue hasta el año 1985 cuando grabaron su primer LP “Mujer y sentimiento”, y con temas como “100 Guitarras”, “El Mono” o “Fiesta Salvaje” empezaron a crear el llamado rock latino, rock mestizo o como lo queramos llamar a ritmo de “Lenga-Lenga”.
Los Coyotes continúan mezclando rock, pop, calipso o rumba, sin olvidar sus comienzos Psycobillys al más puro estilo Meteors, pero ahora sacan discos como “Las calientes noches del barrio” , “De color de Rosa” o “Puro Semental” para terminar su existencia a principios de los noventa con un álbum titulado “Tocando sus éxitos” en el que ya solamente Victor como único componente original del grupo revisaba las canciones de la banda.
Victor comienza a desarrollar su carrera en otras facetas artísticas como el cómic, el dibujo o el diseño gráfico y no es hasta el año 1995 cuando saca un LP bajo el nombre de Victor Coyote llamado “Lo bueno dentro” que tenía canciones como “Jaguarundi” que llego a ser sintonía de la Vuelta Ciclista a España ese mismo año…
Y la verdad es que tras ese LP perdí la pista de Victor, hasta que hace dos años volví a rencontrarlo “digitalmente” con su trabajo “Dos años de luz y cuarto” del cual pude disfrutar de un maravilloso concierto en el Juan Sebastián Bar de Huesca.
Desde los 14 años, en los tiempos del instituto Ramón y Cajal, cuando me llevaba el “Mujer y Sentimiento” para pincharlo en el Salón de Actos del instituto, los “acordes” de Victor acompañan mi vida.
Pero el “Coyote” es un hombre que no deja de sorprenderme, pero hoy lo hace con un tema “antiguo” pero que yo he descubierto hace relativamente poco, y que es el que hoy quiero compartir con vosotros.
Esta vez las “bondades” de Youtube me descubrió esta canción, “Yo, que creo en el Diablo”, publicada en un miniLP del año 2004 titulado “¿A qué viene ahora silbar?”.
Una estética mezclada entre los primeros tiempos de los Coyotes y unos toques a lo Elvis Costello, que dista mucho del Victor Coyote de los últimos tiempos, con su barba y su estilo más “tribal”.
En este tema Victor deja “de lado” los ritmos caribeños o el pimba portugués y se vuelve a acercar al rock.
Como siempre, algo habitual en la carrera de Victor, el tema va acompañado de una cuidada letra, llena de mensajes.
Video en el que se mezclan dos personajes, el propio Victor, y un “emigrante” gallego que vuelve a su casa y que se encuentra con el “Diablo” convertido en mujer.
Como siempre genial Victor, no os la perdáis.