Qué Tarragona de pescao

Termina el refrán popular que dice que estamos hartos; pero no, hoy no voy a hablaros ni de estados de ánimo ni de comidas: hoy voy a hablaros de Tarragona.

Tarragona, “capital” de la Costa Dorada, compite en importancia con su vecina Reus y se encuentra rodeada de destinos turísticos que han hecho de ella “la gran desconocida” de la zona.

La gran popularidad de las poblaciones costeras han hecho que el visitante no le preste atención, y son muchos los que pasando largas temporadas en las localidades vecinas y solamente conocen Tarragona por haber ido alguna vez a Les Gavarres o por haber sido atendidos en alguno de sus hospitales.

Pero Tarragona es una ciudad acogedora, que invita a pasear por su casco antiguo, lleno de rincones con encanto.

Tarragona tiene un centro “plagado” de tiendas; quizás, es cierto, no tan comercial como el de Reus, pero igualmente merece ser visitado, y no sólo sus ruinas romanas.

Mi consejo es: huid de los sitios “típicos”, dejaros del Balcón del Mediterráneo y de la Rambla Nova y acercaros a la plaza de la Font, donde se encuentra el Ayuntamiento; y desde allí comenzad un “ascenso” hacia la catedral por la calle Major (Mayor) que os llevará hasta la catedral de Santa María.

Un corto paseo que nos va ofreciendo pequeños comercios y locales agradables donde tomar una cerveza tranquilos, lugares en los que parece que el tiempo se haya detenido para siempre.

Sitios llenos de encanto, calles intrincadas, callejones y un ambiente que nos hará conocer una Tarragona “diferente” y “oculta”, pero siempre maravillosa.

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