Siempre me ha gustado el deporte, y me encanta salir a practicarlo con mis hijos.
Pienso que no es solamente bueno para la salud, que nos permite encontrarnos más sanos y estar mejor con nosotros mismos: es un vehículo de grandes valores como la amistad, el esfuerzo, el sacrificio y la superación.
Por esa razón, en el momento en que mis hijos han dejado entrever que querían realizar alguna actividad deportiva, siempre he intentado apoyarles y animarles a hacerlo.
Bicicleta, patines, esquiar, tenis o fútbol eran algunas de las actividades preferidas de mis hijos… pero últimamente les ha dado por correr.
Salimos a correr por debajo de casa con Pablo y Lucía y ambos aguantan como «titanes»… les encanta salir a «quemar» calorías.
Ver cómo se esfuerzan cada día que salimos un rato más, por llegar un poco más lejos, por aguantar más, por hacer “mejores” tiempos…
Así que la moda de “correr” llegó a casa a raíz de la participación de Pablo en la carrera popular del Pilar, que se celebra todos los años en Zaragoza por las fiestas, y que este año tuvo lugar el 7 de Octubre.
Ver a los “críos” con sus dorsales preparados para correr 1.200 metros en la mañana del domingo era todo un espectáculo.
La carrera fue “corta”, o mejor dicho, se nos hizo corta a los que tranquilamente la vimos desde la valla -seguro que a los chavales se les hizo más larga-.
En menos de cuatro minutos comenzaron a llegar los primeros atletas, con grandes zancadas y unas caras marcadas por el esfuerzo.
Grandes “vítores” cuando llegaban los “nuestros”, haciendo unos tiempos fenomenales y disfrutando de las bien ganadas “chuches” que les entregaron al final de la carrera y que tanto se habían merecido.
Pero la lección llegó después, de la mano de Pablo, quien nos contó que se había parado a mitad de la carrera para ayudar a su amigo que se encontraba mal; él, con lo competitivo que es, prefirió esperar y ayudar a su amigo que hacer una mejor marca.
Una vez más, los niños nos dan lecciones, y nos dejan claro que la amistad es uno de los tesoros más grandes que tenemos y que debemos cuidar.