El deporte infantil y en este caso el fútbol es algo realmente sorprendente; ver la ilusión con la que un grupo de niños de 7 años afronta los partidos también lo es. Una vez más os puedo asegurar que he visto la «fuersa» del grupo y la ilusión depositada por esos niños que nos hacen madrugar el sábado y se visten a la velocidad del rayo con tal de llegar puntuales a su cita en el campo.
Esa ilusión y esfuerzo es compartida por muchos padres que sueñan no tanto con que sus hijos sean los mejores, sino con saber transmitirles valores de esfuerzo y compromiso, de sana competitividad y de respeto.
Pero en estos niveles competitivos, y más en los tiempos que corren, es muy complicado encontrar a gente dispuesta a patrocinar o a hacer de «mecenas» de un equipo, y normalmente son los padres junto con los colegios y Ampas quienes suelen financiar el deporte.
Por esa razón cuando conocimos el bonito gesto que Ana y Gustavo habían decidido tener con el equipo de fútbol sala donde juega mi hijo, todos estuvimos sorprendidos y agradecidos.
Equipar al completo a diez niños para que paseen con orgullo los colores del colegio por los campos de fútbol de Zaragoza y conseguir que el equipo fuese «envidiado» por sus contrincantes, era la ilusión de estos involucrados padres.
Y lo han conseguido; es precioso verles llegar a todos con su equipación completa, que ayuda a tener al menos esa identidad de equipo y a conseguir uno de los objetivos por los que los padres «luchamos».
Ahora es labor de los padres inculcarles el compromiso y la dedicación, conseguir que tanto en el fútbol como en cualquier cosa que hagan en la vida se lo tomen con seriedad, y demostrarles que hay recompensas, bien sean materiales o no.
Preocuparse -como lo han hecho estos padres- de los «sueños» de los niños es precioso y encima sabiéndolo acompañar de un programa que no se queda simplemente en el deporte, sino que también tiene en cuenta la salud dental, una propuesta novedosa.
Desde aquí quiero daros las gracias públicamente a ambos, por vuestra ilusión, vuestro esfuerzo y vuestro compromiso. Nos vemos el sábado.
Con «fuersa» Gustavo.
Estando el mundo como está me quedo con los buenos sentimientos que me transmite mi hijo a través de su equipo de fútbol. Y es por su equipo más que por el fútbol por lo que él se llena de ilusión y nos la transmite con esa claridad y entusiasmo que tienen los niños. Cuando les gusta algo les gusta muuuuchiiiiisimo y les gusta tanto que nos contagian a los padres. Así que el mérito es de ellos, los padres sólo les ponemos los canales para poder encauzar el torrente de ilusión. Lo que tú dices, son valores que bien aplicados en la vida nos hacen mejores personas. Y de eso se trata no?
Ana
Cuando hay ganas todo sale bien.
Involucrarse con el deporte es pensar como un deportista.
La ilusión es la clave en los niños, un ejemplo los «chavales» del ATHLETIC CLUB.
Ver a niños ilusionados y felices un placer.