Era finales de Mayo, y un año más en el mail llegaba una noticia que esperaba recibir, mi amigo @_J4M me enviaba la invitación para la Cena en Blanco 2014.
La Cena en Blanco de Zaragoza se ha convertido en un “evento” esperado que marca el comienzo del verano, y que año tras año esperamos con emoción.
La tradición nacida en París, conocida como Dîner en Blanc, con más de un cuarto de siglo de antigüedad. Se trata de un encuentro sorpresa y clandestino en el que los invitados conocemos la fecha pero no se sabe el lugar exacto hasta el último minuto y así evitar la presencia de la policía y de los curiosos. Pero la Cena en Blanco no es un pic-nic, nos hay tortilla de patata ni croquetas, sino crudités de verduras con houmous, crepes de carrillera o tomates rellenos de queso de cabra.
Al igual que ocurre en Paris los invitados acuden al lugar de la cita con sus sillas y mesas plegables, sus copas y sus vajillas, y todo blanco.
La tradición parisina se remonta a 1988 y aquí en Zaragoza este año ha sido la sexta edición de la misma; el parque Grande, la plaza de La Torre Nueva, el Puente de Hierro, la plaza de Los Sitios y la plaza de La Seo han sido los lugares donde año tras año se ha ido celebrando esta “quedada chic”.
Y este año ha sido la iglesia de San Cayetano quien ha sido el testigo de la Cena en Blanco 2014.
Citados por nuestro anfitrión a las 9 de la noche frente a la estatua de Cesar Augusto acudimos puntualmente los 24 comensales llenos de ilusión y de ganas de compartir una velada especial con amigos.
Fuimos hacia la Plaza de San Cayetano (gracias @-J4M este año no nos hiciste dar una paseo excesivamente largo), que ya estaba llena de gente ajetreada poniendo todo en orden para la velada blanca.
Como siempre los curiosos se arremolinaban para ver que era aquello, algunos pensando que era algún acto más de La noche en blanco (noche que los museos y centros culturales están abiertos) y que no tiene nada que ver con La Cena en Blanco.
Poco a poco nuestra “zona” fue tomando forma, las mesas, los manteles de hilo, los cubiertos (blancos por supuesto), las copas y todo el aderezo que convertía las mesas en un lugar encantador donde cenar.
Los globos traídos por Ana, las velas, la “ensaladera” de Roland Garros que cada año Marisol hace que acuda puntual a la cita así como el caballo, que se fue de casa para reposar en casa de Blanca donde lo cuidan con mucho mimo.
Y la cena comenzó, las viandas fueron pasando por delante de nuestros ojos, y por nuestra boca disfrutando de buena comida, regada con buen vino y mejor compañía.
Manjares exquisitos que saciaron nuestro hambre e hicieron las delicias de todos, como el bizcocho de aceitunas negras de Blanca, solo superado por su pamela.
A mitad de noche como ya es tradición también tuvimos la visita de la gente de ZaragozaRoller, que salian a patinar de blanco, todo un espectáculo.
Lastima que el “maldito” cierzo de esta ciudad hizo su aparición y además de tirarnos varias veces las copas, hizo que la noche de Junio se volviese fría y desapacible.
Tras cenar, momento de los postres, los brindis, con el ya clásico brindis de nuestro anfitrión, y en nuestro hacia él, justo antes de uno de los momentos más mágicos de la noche, cuando todos los asistentes encendemos las bengalas y la Cena en Blanco se convierte en un espectáculo de luz.
Una vez terminada la cena, comenzaba el momento de recoger, no olvidemos que una de las consignas de La Cena en Blanco es que debemos de dejar el lugar mejor de lo que nos lo encontramos, como si no hubiera pasado nada, y asi ha sido año tras año.
Para después de limpiar dirigirnos a la Terraza de Macanaz, al otro lado del Ebro donde continuaría la fiesta blanca; música, mojitos, risas y algo de frio nos acompañaron hasta que derrotados decidimos marchar para casa, contentos de haber participado un año más en el evento que se ha convertido para mi en el comienzo “oficioso” del verano.
Gracias una vez más a la organización por hacerlo posible y como siempre a @_J4M por año tras año juntarnos para disfrutar de esta noche mágica.
Los más curiosos podeis ver la galería de fotos de La Cena en Blanco Zaragoza 2014
Video cortesia de Harold Simmons