Pese a la gran cantidad de aplicaciones que hoy en día tenemos disponibles en la red, el desarrollo de aplicaciones continúa siendo hoy en día una labor muy «típica» dentro del sector de la informática.
Pero el problema estriba hoy en día en cómo enfocar dicha aplicación, o mejor dicho para que plataforma o dispositivo queremos realizarla.
Hoy en día darle la “espalda” no solo a Interne sino a los dispositivos móviles es una buena razón para quedarse fuera de mercado.
Por esa razón enfocar las aplicaciones como monodispositivo hacen que hacen que están tengan una vida limitada.
Y esto cobra mucho más sentido cuando nos “movemos” en entornos de aplicaciones empresariales, las antiguamente llamadas aplicaciones de gestión.
Por qué vamos a “negarle” a una empresa el acceso a sus datos esté donde esté.
Tanta movilidad, tanto cloud, tanto de todo y seguimos obligando a la gente a que vaya con sus portátiles a todos los lados cargados.
Busquemos pues como desarrolladores aplicaciones o sistemas fácilmente migrables a los multidispositivos, y como clientes exijamos que así sea, que podamos acceder a ellos usando toda la tecnología a nuestro alcance.
Que el hardware no se coloque por encima del software.