6 de Julio, calor asfixiante en Zaragoza, hoy no se está bien si no es a remojo o con un buen aire acondicionado.
Pero hoy, pese al calor, es un día diferente, hoy es el día de La Cena en Blanco 2013.
A principios de Junio una noche que estaba trabajando en casa recibí un mail, que me apetecia mucho recibir, que casi diría que esperaba, que me llenaba de emoción; un año más había sido invitado a La Cena en Blanco de Zaragoza.
Y la verdad es que este año teníamos muchas ganas, el evento poco a poco se va volviendo un “clásico” en la ciudad, cada día más gente pregunta por él y sobre cómo puede ser invitado.
Son los anfitriones quienes deben de invitarte y los que acudimos de invitados, como yo, solamente podemos llevar a un acompañante, y además todo hasta el último momento se mantiene en el más estricto de los secretos.
Este año, nuestro anfitrión nos había citado en el café “El Botánico” para desde allí dirigirnos a nuestro “lugar de encuentro” donde prepararíamos nuestro picnic especial con el resto de las personas que compondrían la cena de este año.
Por el camino, me encontré con algún que otro “blanco”, que pese a no conocer saludaba amablemente y me contestaban con una sonrisa de complicidad, todos sabíamos a lo que íbamos aunque no supiéramos donde íbamos.
Con una mezcla de nervios y ganas, con muchas preguntas a nuestro anfitrión quien no “soltaba prenda” del lugar de la Cena ni de las copas de después, pero con la alegría de ir reencontrando a los ya “habituales” el grupo se fue completando y salimos del pasaje Ciclón hacia el lugar de la cena, aun sin saber donde nos dirigíamos.
El misterio se resolvió pronto, ya que este año el pic-nic blanco se montó en la Plaza de La Seo, un lugar emblemático del centro de la ciudad a pocos metros del Pilar, y donde poco a poco las mesas de los asistentes se iban distribuyendo por el espacio.
Siempre bajo las precisas indicaciones de nuestro anfitrión comenzamos a montar las mesas, manteles y la decoración de las mismas, sin faltar otro año más el ya famoso caballo que cada año viene de casa de “Las López” a hacernos compañía y esa “ensaladera” al más puro estilo Roland Garros que trajo Marisol.
Con la vajilla colocada, decoración y viandas repartidas por las mesas, tan solo faltaba encender las velas para disfrutar un año más de la Cena en Blanco.
Como siempre, comida excesiva y muy abundante, aunque un año más falto el cortador de jamón, el menú fue selecto como siempre; desde el sushi al tabule, pasando por las crêpes de carrillera o los pinchitos de ternera.
Todo realmente rico y saciaba sobradamente nuestro apetito, y los caldos, blancos por supuesto, sofocaban el calor de la noche.
Fueron cayendo los platos y llegamos al postre donde una vez más “las López” se salieron con sus cake-pops de chocolate y Javier que volvió a traernos su clásico tiramisú esta vez con tequila.
Champan, bengalas y mojitos acompañados de mis brochetas de chuches (nubes esta vez), hacían que la cena llegase a su fin, ahora tocaba recoger, dejarlo todo como lo habíamos encontrado, y salir hacia el lugar de las copas.
La fiesta continuaba en el “Molino de San Lázaro” donde pudimos disfrutar de la noche a orillas del Ebro sin ser devorados por los mosquitos y esperando ansiosamente el momento en el que nuestro anfitrión J4M (Juan Antonio Molina) pinchase para el deleite de los asistentes.
Finalmente nos quedamos con las ganas, sin prácticamente escuchar a J4M, más que un par de canciones, pero continuamos bailando y disfrutando de la noche.
La verdad es que una vez más fue una gran experiencia, como todos los años, este año algo más triste, para mi, por ausencias cercanas, y para toda la mesa por el recuerdo de la “nota de color” de la mesa, Lorenzo, quien desde Perú también se vistió de blanco.
Gracias a la organización por continuar organizando el evento y hacernos pasar una noche tan mágica, a toda la gente que asistió por ser tan amable y cívica, a Alicia y Ruth por hacerme un hueco en sus mesa, al resto de invitados de la mesa de J4M por ser unos compañeros maravillosos y por supuesto a J4M por un año más llamarme para compartir su mesa.
Ahora sí podemos decir que ha comenzado el verano!!!
Os quiero dejar también un enlace a la galería de fotos publicada en el Periódico de Aragón