Muchas veces en el mundo de la hostelería ocurre que el restaurante más “fashion” no es ni por asomo el que mejor nos da de comer, y que la comida “diseño” no puede reemplazar a la cocina tradicional.
Y esto es algo que nos ocurre a las miles de personas que por temas laborales estamos obligados a comer a diario fuera de casa.
Por eso hace unos días, cuando me tocó ir a Madrid y llegó el momento de ir a comer, mis compañeros -sobre todo Federico- me recomendaron ir al Copete, un restaurante cercano a la oficina donde hacían un cocido que levantaba la “boina”.
Nos dirigimos a comer a la calle Enero número 7, al Copete, en la colonia fin de semana, esperando encontrarnos un menú del día “casero” en un ambiente distentido y familiar.
Y nos encontramos lo que íbamos a buscar, con una sorpresa especial: las “patatas revolconas” estaban ese día en la carta esperándonos. Bajo ese nombre tan sugerente se escondía un poderoso segundo plato de cuchara.
La verdad es que cuando lo pedí no tenía muy claro qué era lo que me podía encontrar, pero cuando apareció el plato en la mesa, quedé sorprendido y satisfecho a partes iguales.
Las “patatas revolconas” son unas patatas desmigajadas, entre cocidas y fritas, con un regustillo a pimentón que hace que estén buenísimas; se acompañan de torreznos cortaditos a cachos pequeños, que convierten el plato en muy contundente. Y por si fuera poco, en el Copete le añadieron un huevo frito que acababa de redondear el plato.
Todo revuelto, patatas, huevo y torreznos, haciendo de cada “ganchada” una auténtica delicia de todos los que estábamos en la mesa.
Una sorpreza “deliciosa” en uno de esos sitios escondidos, donde merece la pena ir a comer. Te tratarán como en casa y disfrutarás de sus platos de cuchara; y si quieres ver la receta de estas patatas, te dejo un enlace… pero será dificil que superes las del Copete
Se me hace la boca agua, ummm
Nos animamos y preparamos unas para Semana Santa!!!!