Hay algunos cómics que traspasan fronteras y son traducidos a muchos idiomas, y dentro de estos quizás entre las listas de los más populares Tintin y Asterix están a la cabeza.
Hergé era consciente de su fama mundial y esperaba, al menos, que su obra tuviera repercusión. Por eso no es raro que se autopublicite en este pasaje de «Los Cigarros del Faraón«.
Y es que gracias a su fama, Tintin se salva de quedar prisionero de este bandido del desierto.
Un guiño gracioso que el autor hace a su propia fama.