Parte de mi infancia la pasé en Pueyo de Santa Cruz, una pequeña localidad oscense cercana a Monzón.
Allí, entre campos de trigo y terneros, conocí a dos niños con los que solía jugar, ir en bici, disfrutando de aquellos maravillosos veranos en casa de mis abuelos o de mi tío Juan.
Cómo disfrutaba por las Choquetas o por la era con David e Ismael.
Pero los avatares de la vida han hecho que no haya vuelto a Pueyo desde hace años, y hasta hace unos cuántos, que hubiera perdido el contacto con los hermanos Civiac.
Casualmente hace unos años, para las fiestas del Pilar, volví a ver a Ismael en el parque Torreramona de Zaragoza.
Acudí allí con toda la familia, incluidos mis padres, porque mi padre tenía ilusión de ver en escena a Civi-Civiac.
Me encontré con un Ismael adulto, convertido en un gran mago, pero conservando el brillo en los ojos de persona amable y honesta.
Me quedé sorprendido de lo que veía y a la vez feliz de este reencuentro.
A partir de ese momento, no había fiestas del Pilar que no acudiéramos, allá donde tocara, a ver a los Civiac.
Tras Torreramona vino el Parque de los Insectos y el Parque «Grande»; continuamos acudiendo a verlos, a veces actuando en sus innumerables personajes, otras disfrutando de sus cachivaches de la feria de los imposibles.
Siempre era agradable tenerlos entre nosotros.
El año pasado por estas fechas, disfrutamos de su magia y de su generosidad, colaborando con su compañía en la semana de la magia de Villanueva de Gállego con diversos artistas de “Con un seis y cuatro”.
Y estas navidades van a volver a estar plagadas de magia.
El pasado sábado 22 de diciembre, mientras media España celebraba que le había tocado la lotería y la otra media que no, yo volví a tener la suerte de disfrutar de la magia de esta familia del Cinca medio.
Ismael Civiac junto con su padre, de quien le viene la afición, actuaba en el Centro Cívico Oliver de Zaragoza; presentó Phantasium, una experiencia mágica a través del mundo de los sueños.
Los que conocíamos el espectáculo volvimos a disfrutarlo; los nuevos quedaron maravillados. Y es que los Civiac si de algo entienden, es de magia.
Y ahora, que ya ha empezado el festival Zaracadabra de magia de Zaragoza, el cual organiza Civi-Civiac Producciones, y volver a verlo el 30 de diciembre en el teatro de Salesianos. Seguro que nos dejará boquiabiertos.
Gracias a los Civiac nuestras navidades son todavía más mágicas.