Hay vida en Marte

Recuerdo los acordes de la canción de Bowie, «Life in Mars», mientras comienzo a escribir este post sobre John Carter, la última película de la factoría Disney que estuve viendo hace unos días.

A principios de enero, la cadena de televisión Disney Channel comenzó a emitir el trailer de John Carter y mi hijo quedó fascinado -y he de reconocer que yo también-.

La verdad es que era espectacular: «criaturas», naves, espacio, tenía una pinta estupenda y aprovechábamos cualquier momento para verlo en Youtube. Así que finalmente no nos quedó otra que ir a verla, velada de cine familiar con coca-cola y palomitas.

La cinta no decepciona, aunque es cierto que, como suele ocurrir, lo más espectacular es lo que sale en el trailer, y que no es una película 100% Disney, pero os aseguro que son dos hormas que se pasan muy rápidas y entretenidas.

Basada en la novela «Una princesa de Marte» de Edgar Rice Borroughs, conocido también por su Tarzán de los monos, este primer libro de la serie de John Cárter cuenta la historia de un soldado americano que viaja por «casualidad» al planeta rojo donde vuelve a encontrarse con su persona y con sus ideales perdidos durante la guerra.

John Carter, excombatiente del norte y ahora convertido en un buscador de tesoros, encuentra su cueva dorada, desde la que será transportado a un devastado planeta Barsoon (Marte), que se halla inmerso en una guerra civil entre los hombres rojos, «Zodangans» y los azules «Heilumitas».

Sab Than, el jeddack (rey) de Zodanga (protagonizado por Dominic West) ha sido seleccionado por los dioses para conocer un secreto que acabará con sus enemigos y le dará el poder de todo el planeta.

En medio de este planeta «convulso» aparece Carter, que va a «caer» en medio del poblado de los «hombres verdes», los tharks, unos extraños seres de cuatro brazos. Es allí donde su agilidad -debido a la ausencia de gravedad del planeta- y su valentía, hacen que el terrícola se haga amigo de Tars Tarkas (interpretado por Willen Defoe) jeddack de la tribu. Tarkas lo bautiza como Dotar Sojat (“mis brazos derechos”) y convierte a Carter en un ídolo de la tribu.

Pero la guapísima princesa de Helium, Dejah Thoris (protagonizada por Lisa Collins) se ve obligada a casarse con el jeddack de Zodanga para salvaguardar la paz del planeta. Opuesta a este matrimonio, decide huir, y en su huida se encuentra con Carter (a quien da vida Taylor Kitsch) y consigue ganarse su corazón y hacerle volver a tener sentimientos.

Finalmente Carter, Dejah Thoris y la hija de jefe de los hombres verdes, deben de huir del poblado de estos y comenzar una aventura que salvará a Barsoon del yugo que los Zodangans quieren imponer.

Llena de efectos especiales recordando el más puro estilo Star Wars, con buenos muy buenos y malos malísimos y un buen final, os hará pasar dos horas sin despegaros de la butaca.

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