Hace unos días que se ha estrenado la tan esperada película de Tintin, El Secreto del Unicornio, dirigida por el mismísimo Spilberg, y que todavía no he podido ir a ver. Sin embargo hay otra noticia que está inundando el “Universo Hergé”.
Mbutu Mondondo Bienvenu, un joven congoleño, había denunciado hace unos años ante los juzgados franceses y belgas el álbum de Tintin en el Congo por considerarlo de “carácter racista y ofensivo para los negros”. Este ciudadano belga comenzó con la denuncia en el 2007 a la sociedad Moulinsart, propietaria de los derechos de Tintin.
Esta denuncia trajo ya en su día bastante “cola”, llegando incluso a que en el 2009 la biblioteca de Brooklin prohibiera el álbum Tintin en el Congo.
La noticia me sorprendió por varias razones: la primera, porque volver a sacarla en un momento en el que Hergé y Tintin debían de ser “famosos” por otros motivos, me pareció al menos oportunista: la segunda, porque había leído Tintin en el Congo varias veces y no recordaba el contenido racista del mismo.
Por esa razón decidí releer el álbum a fin de poder opinar y descrubir el contenido xenófobo del mismo.
Releí el cómic intentando descubrir las páginas en las que el autor belga desplegase su condición racista -en otras ocasiones ya habían clasificado a Tintin de nazi-. Lo que me encontré fue con un álbum en el que el reportero era “la estrella” y se dedicaba a “enseñar” al pueblo congoleño sus mejores “trucos”. En una época en el que reinaba el colonialismo y en la que, desgraciadamente, los europeos, los blanquitos”, se creían superiores, Hergé no hace más que reflejar lo que era el sentir de aquellos años. Saber hoy en día si ese era o no el sentir del autor, me parece una tarea complicada.
Tachar de racista un álbum que fue escrito entre 1930 y 1931 (en su edición en el Petit Vingtième) y publicado a todo color en 1946, y que como dije refleja el sentir colonialista -excesivo sí- que se tenía en aquella época, me parece un poco exagerado.
En el mundo actual todos vemos las cosas de diferente manera y posiblemente podamos pensar que el álbum no es políticamente correcto, que no se debería haber escrito de esa manera, que no se debería haber tratado a los congoleños de “negritos”, ni presentar al joven reportero como un “ángel redentor”… pero eso es una cosa y tacharlo de racista es otra bien distinta.
Quizás porque me encanta Tintin y Hergé no soy 100% imparcial a la hora de valorar, pero prefiero quedarme con las ilustraciones y la historia, con los diferentes guiños y las curiosidades, como la viñeta en la que despiden a Tintin en la estación, donde aparecen los gemelos Hernández y Fernández para desaparecer hasta “Los cigarros del Faraón”, así como los personajes de Hergé Quique y Flupi, ajenos al mundo Tintin.
Así pues, si las causas del álbum nos parecen suficientes, juzguemos también a Franklin y su álbum “El cuerno del rinoceronte”, donde Fantasio critica duramente la actuación del jefe de una tribu; a Hugo Pratt y sus aventuras del Corto Maltes como “Las etiópicas” donde “lucha” contra los africanos; o al mismísimo Capitan Trueno y sus cruzadas contra los “sarracenos”.
En resumen, como os digo, a mi parecer es una denuncia algo “desorbitada” y un aprovechamiento excesivo del momento que no justifica la retirada del álbum; quizás el colocarle una etiqueta al estilo del “Parent Advisor” de los discos de los raperos neoyorkinos, sería más que suficiente, aunque desde mi punto de vista no sea necesario y no voy a dejar de seguir a este joven reportero ni a su creador.
Bien reflexionado para un seguidor de tintin, creo que las cosas se deben de entender en la prespectiva del año q fue creado como muy bien dices y no des de la optica de hoy en dia.
Pienso que lo era, que era racista, como lo era en conjunto la sociedad y la civilización en aquella época. Pero no pienso que Tintin haya sido dañino en ningún aspecto hacia la población del Congo. Tampoco creo que haya habido ninguna animadversión hacia la población del Congo ni hacia la africana por parte de Herge. Es un buen documento sobre Bélgica y su forma de ver las cosas en aquella época. Por el contrario si veo un fuerte vedetismo en los que lo critican con intenciones censoras. Y es evidente esa defensa de la censura hoy en día en la gente que defiende estas posturas. Pienso que esa defensa de la censura y especialmente sobre un comic tan ingenuo como Tintin en el Congo es especialmente reprobable.
Por otra parte yo soy español. Sorprende el silencio que Herge mantiene sobre España. En sus aventuras aparece Rusia, Alemania, Francia, Italia, Inglaterra, etc. pero no España. Elimina España hasta de la historia de Bélgica. Cuando nos muestra la historia de la familia del capitán Haddock nos muestra a un antepasado señor de Moulinsart en Belgica y lo situa bajo el reinado de Luis XIV, rey francés, y no de Felipe IV o de CarlosII reyes de España que eran los soberanos en Bélgica en aquella época. Pienso que hay cierto desprecio oculto hacia España y lo español por parte de HERGE que demuestra esta ocultación y adulteración de un pasado Belga que parece negar y que rechaza. Esto indicaría a mi juicio un distanciamiento con respecto a España que demostraría disgusto frente a lo español. Es justo lo opuesto a lo que ocurre con respecto al Congo y a los congoleños a los que mira con simpatía. Herge y Tintin como trasunto de si mismo se vería como civilizado frente a los indígenas congoleños que los vería por civilizar pero sin ninguna valoración negativa. En general Herge siempre mostró simpatía por los pueblos indígenas y a veces gran admiración como por ejemplo por los indios americanos. Intuyo que su sentimiento por los españoles era mucho peor.
Y no por ello me gusta menos Tintin y valoro menos a HERGE. Y por supuesto no pienso de ninguna manera censurarlo. Aunque sea un poco injusto con España.