Si tienes algo que decir ya eres un blooger

Son muchas las personas que en los últimos meses me consultan acerca de cómo planificar su salida a Internet, y me sorprende que bastantes mencionan la palabra «blog» en la conversación.

Comencé con mi primer blog en el 2007 y durante estos cuatro años me he acercado infinidad de veces al fenómeno blog, lo que ha hecho que pueda tener una visión clara de “este mundo”; he ayudado a diferentes empresas e instituciones a su inmersión en la blogosesfera tanto a nivel de diseño como de formación, y por eso quería hoy dejaros este post sobre los blogs, y sobre lo que deberíais hacer con ellos.

Creo que ha pasado el momento de la internet estática, del estar por estar, y de frases como aquellas de que “hay que estar online porque todo el mundo lo está”. Las empresas vuelven a plantearse el estar, sí, pero para aportar algo más que una mera presencia en Internet, para aportar contenidos, para “llenar la red” aportando valor añadido, y es allí donde se está produciendo realmente un cambio de mentalidad.

Para todas estas empresas y particulares que quieren “hablar” en Internet, el blog es la horma de su zapato. Como reza el título de este post, “Si tienes algo que decir ya eres un blogger” -frase de Yvone Sánchez-, el blog nos facilita la tarea de la difusión de contenidos en la red.

Pero no caigamos en la trampa de que todo lo que necesitamos es un blog, o de tenerlo así sin más. Un blog necesita de una planificación y de una estrategia; pensemos antes de comenzar.

Siéntate y piensa sobre qué quieres hablar, los temas que vas a abordar en tu blog; si nuestro blog es de empresa necesitaremos tener claros los contenidos que subiremos; “el post es el rey”, pero tengamos claro de qué hablaremos.

Crea una rutina, es buena, tanto para ti como para tus lectores; pon un día de publicación, para el cual deberás de “sacar” tus posts: hará que te obligues a escribirlos y tus lectores lo agradecerán.

No te marques metas difíciles de cumplir. No te comprometas a un post diario, semanal o quincenal al menos que tengas claro que tendrás tiempo de escribirlos y contenidos para publicar.

Invierte algo de tiempo en “ordenar” la información, usa categorías y etiquetas; si somos “miles de pajares digitales», encontrar una aguja cada día puede ser más complicado, así que mejor se lo ponemos fácil a nuestros lectores.

Ninguno tenemos “la verdad absoluta”; una de las bondades del blog es que nos permite la interacción con los usuarios. Dejemos que nuestros lectores comenten los posts y nos digan lo que piensan.

El blog está muy bien pero no te quedes sólo en él: utiliza las redes sociales y los foros para difundirlo, para promocionarlo y, en definitiva, para generar tráfico hacia él.

Pero sobre todo sé tú mismo, genera contenidos propios, buenos o malos, pero tuyos. La gente busca conocer tu punto de vista, lo que piensas, lo que crees, tu visión. El cometido de un blog es el contenido, todo lo demás no son más que aderezos que lo harán más atractivo o más manejable, pero al final lo que el usuario espera es quitar el envoltorio y encontrar su “caramelo de fresa”.