Nueva parada en la «estación del Amor»

Una vez más, me enfrento a esta página en blanco para contaros algo, ya que Internet me abre un mundo de posibilidades que antes no es que fueran impensables…  no existían; no somos conscientes de la cantidad de recursos que tenemos a golpe de click, y hasta dónde nos pueden llevar, o con quién nos pueden reencontrar, como ha sido en el caso que os relato en el post.

Era allá por el año 1984, haciendo 1º de B.U.P en el Ramón y Cajal de Huesca, cuando comencé a escuchar a Los Coyotes. “Mujer y Sentimiento” fue unos de los primeros vinilos que me compré y escuchaba sin parar en casa y en el teatro del instituto. Víctor Abundancia, líder de la banda, era un personaje que admiraba.

Mezclaba temas “cañeros” como Lenga, Lenga o Cien Guitarras con canciones preciosas como la que abre el disco, Como un extranjero, Sólo cuando deseo, Si te he de llorar, o Mira cómo tiemblo, que después de 27 años me sigue poniendo los “pelos de punta”. Por no hablar de las veces que nos hemos movido a ritmo del Mono Fiesta Salvaje.

En 1985 sacaron “Las calientes noches del barrio”, disco de rock latino y mestizaje, redondo y perfecto. Temas como Razas, C.I o Procura cuidar tu próximo sueño nos transportaban a unos mundos que nos gustaban.

Eran los tiempos de ir al Tránsito y al Cubitos, escuchando a los Coyotes, los Mestizos o Malevaje; eran “diferentes” pero nos hacían sentir bien. Nuestros cuerpos repletos de energía y hormonas no se detenían ante nada, nos gustaba la estética “canalla” de Victor, bebíamos en exceso, nos gustaban los tupés, comprábamos ropa en “Bakalao” o “Chocolate” y jamás nos perdíamos un concierto del Jai-Alai o el Tránsito.

Por aquellos años yo pinchaba de vez en cuando discos en El Cubitos, y trabajaba en bares como la Bohemia… éramos asiduos de La Habana, Le Estrella y Los Toneles, aunque también nos dejábamos ver por Casa Juan; pero el tiempo, la comodidad, las prisas o un compendio de todas ellas, han hecho que perdamos algo de esa esencia, que nos aburguesemos.

Cuando miro el vinilo que me firmó “El coyote” Víctor “Abundancia” Aparicio, se me sigue poniendo la piel de gallina y recuerdo con cariño aquellos años.

Pero como os contaba al inicio del post, Internet es una fuente “inagotable” de información, un lugar donde suelo encontrar datos, reencontrarme con personas y colaborar de una manera activa. Como todos sabéis, soy un “activista” de las redes sociales: el Twitter, Facebook o Spotify son compañeros de viaje inseparables en mi vida.

Y así fue como ocurrió: hace tiempo que había reencontrado a los Coyotes en Spotify y me encantaba escuchar, como lo hago ahora, “Tu mejor desayuno”, pero hace unos meses una amiga, Marisa, me invitó a un evento Facebook en la “Lata de Bombillas” de Zaragoza donde cantaba ni más ni menos que el mismísimo Víctor Coyote. Desgraciadamente no pude acudir, pero esto motivó que volviera a buscar al “Puro Semental”,

Con otra pinta que dista bastante de la que llevaba cuando cantaba “La estación del Amor”, Víctor vuelve a la carga con un disco titulado “Dos años de luz y cuarto”.

Un disco más “íntimo”, menos latino pero lleno de temas maravillosos. “Joven de cuello vuelto” abre el disco, una gran canción no tan pegadiza como “Esta noche me voy a bailar”, pero con el estilo Coyote en su letra… «Que joven, qué mono, intentó suicidio a base de Cointreau…»

Tras ellas “Ristra de mentiras” o “Hay vida en la Tierra” hacen las delicias de los que somos seguidores acérrimos del Jaguarundi. Un disco que me transporta a mi juventud pero que a la vez suena totalmente actual.

Una buena noticia, el retorno de Mr. Abundancia al panorama musical, con su nueva propuesta, sin vivir de sus éxitos y dedicarse como tantos otros a sacar otro ”refrito”.

Atrás quedaron los momentos de “Cara de gitana” con Alaska,  o su lado más latino y sensual invitándonos a comerle como “desayuno”; ahora Víctor parece más un hombre tranquilo sacado de un malecón cubano pero continúa cautivándome con su música.

Pero las sorpresas de Internet y sus redes sociales no acaban aquí: hace unos días me volvieron a invitar a un nuevo concierto de Víctor Abundancia, esta vez en el Juan Sebastián Bar de Huesca, y aunque estaré a 250 kilómetros de distancia, los haré gustoso por volverlo a ver, por volverme a reunir con los amigos de aquella época y redescubrir el “sonido Coyote”. 

Gracias Víctor por volver, gracias los que me habéis invitado al concierto, conseguido las entradas y ayudado a que no me perdiera este evento… os contaré.

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Una respuesta en “Nueva parada en la «estación del Amor»

  1. caco dijo:

    Buenos tiempos aquellos, la de veces que oimos ese disco en tu casa.
    Hace una semana descubrí el LP de mujer y sentimiento en casa de mi madre. No se si se lo llevaré para que me lo firme porque habrá mucha gente y ya sabes que soy muy tímido.
    He estado escuchado el «dos años de luz y cuarto» y me parece genial.
    Nos vemos el jueves

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