Hace poco menos de un mes recibí en mi correo un mail que reconozco que tenía ganas de que llegara: era mi invitación a la III Cena en Blanco de Zaragoza que tendría lugar el sábado 2 de Julio.
La cena en blanco es una iniciativa que nació en Paris, “una quedada chic” en la cual los invitados solamente saben la fecha y la hora de encuentro en un punto cercano a la cena; un picnic diferente o como decía mi anfitrión, un “botellón con glamour”, todo en blanco. Un evento que comienza a ser un clásico veraniego en Zaragoza, y que en esta su tercera edición volvió a resultar mágico y divertido.
A las 20:30 del sábado salimos de casa blancos inmaculados a reunirnos con nuestro grupo detrás de la Lonja como nos había indicado nuestro anfitrión por email días antes.
Nuestra primera sorpresa fue que nuestro anfitrión era el mismísimo Karl Lagerfeld perfectamente caracterizado -peluca incluida-.
Una vez reunido el grupo- unas treinta personas- y tras las presentaciones y reencuentros, comenzamos el “paseo” hacia el lugar de la cena, el cual continuaba siendo un misterio; cargados de sillas, mesas y bolsas de comida recorrimos Echegaray y Caballero hasta que llegamos al Puente de Hierro, lugar que este año fue el seleccionado por la organización de la Cena en Blanco 2011.
Tras encontrar nuestro “hueco” en la parte central del puente, y colocarnos en el espacio reservado para “Blanco nube” -nombre de nuestro grupo- comenzamos la preparación de mesas, manteles, sillas… todo bien blanco.
Y comenzó la cena, y al igual que el año pasado, todo el mundo trabajó de lo lindo, con unas viandas elaboradas y sabrosas… qué rico el pollo con sésamo de Anita, el bacalao con olivas negras de Agnes y las papas arrugás de Alex y Virginia…
Seguimos comiendo y bebiendo -los mosquitos respetándonos y los langostinos subiendo y bajando por la mesa-, mientras una preciosa noche comenzaba a caer en el Puente de Hierro.
Llego el momento de los postres: Lorenzo nos agasajó con un postrecito típico de su tierra, Javier con su tiramisú y las Lopez con sus cerezas y brochetas con chocolate; ya no podíamos ni con el pelo.
Continuaron las risas mientras descorchábamos el champán y abríamos el mojito, a la vez que el Churri y Alex nos amenizaban con la cajón flamenco y los demás cantábamos lo que podíamos y Lorenzo demostraba sus dotes de baile.
Cócteles y risas, bengalas y paseos, mientras todos compartíamos la alegría con el resto de mesas.
Tras la cena, un paseíto por el Puente para ver a la gente de otras mesas y encontrarme con “viejos” amigos de Huesca, Viñu, Fefo y Amaya, que estaban un poco alucinados ya que no tenían ni idea y habían venido desde Huesca para ver lo que se cocía.
Sobre la una llegó el momento de desalojar el Puente y una vez más demostrando civismo, recogimos todo lo que habíamos llevado, tiramos la basura e intentamos dejar todo como nos lo habíamos encontrado; pero teníamos más ganas de fiesta.
La fiesta se trasladó a Le Pastisse, una terraza situada entre el Puente de Hierro y el de Las Fuentes, donde “abusamos” de un camarero y le hicimos currar de lo lindo haciendo mojitos; y entre mojito y mojito, como la música estaba flojita, estuvimos de cháchara riéndonos sin parar con Lorenzo y sus enseñanzas o gente que buscaba al señor Seto.
Mientras el bar iba cerrando y el grupo se iba reduciendo, unos pocos, como los irreductibles galos, no queríamos irnos a casa, y nos dejamos “convencer” para ir a la Sala López a por unos Gin Tonics… abarrotada que estaba y con Groelandia de los Zombies de fondo… la noche tocaba a su fin, pero sin bajar el nivel.
Ya a las cinco, decidimos irnos a casita, cansados pero felices, habiendo pasado una velada maravillosa, dando un paseíto por la ribera del río que nos había visto cenar.
Qué gran noche pasamos, qué grata compañía, y qué idea tan maravillosa.
Gracias a todos los que me hicisteis pasar una noche mágica, y especialmente al anfitrión por invitarme e invitar a un grupo tan especial.
Os dejo un enlace para los que queráis ver más fotos del evento.
Hasta el año que viene, espero…
Pinta que lo pasasteis muy bien, y todo al ladito de mi casa, un abrazo
Si Dudu, la verdad es que lo pasamos genial…
pero que bien que lo pasais!!! me alegro mucho!
besos
Gracias Merche la verdad es que sí…
Grandísima iniciativa, sí señor! jajajaj! hay que recuperar el espacio público… con elegancia 🙂
Hola! y para ir a esta cena si no te invitan no es posible?? la vi el año pasado de casualidad en el puente de hierro, y me encantaria poder asistir! muaa