Dibujar cómics en estos tiempos, y más hacerlo de manera profesional no es una tarea fácil. El mercado editorial está por los suelos y el cómic ha sido desde siempre un arte más o menos marginal que se dejaba para jóvenes y para los grandes ilustradores como Hergé o Goscinny.
Si encima de eso tienes que añadir que tu cómic no es violento, no habla de drogas ni de sexo, sino que narra las aventuras de un “héroe” solidario que intenta ensalzar muchos de los valores que están perdidos en esta sociedad, la tarea se continúa complicando. Y esto es Ciclocirco: un héroe sin capa, sólo con su bicicleta y su nariz de payaso.
Este pasado lunes y en una sala abarrotada de la Fnac Plaza de España de Zaragoza, se presentaba “Un continente de esperanza” ilustrado por Josema Carrasco y con guión de Joseba Gómez, la tercera y esperada entrega del Ciclocirco.
Después del "Viaje de las Semillas" y "Diamantes en la Arena", la tercera edición del Ciclocirco se presenta con “novedades”, siendo la más sorprendente que no aparecerá en soporte papel, sino que lo hará de manera digital, usando la página de Ave Comics al módico precio de 4,99 € (y pudiéndose comprar también los volúmenes anteriores); asímismo esta nueva edición del Ciclocirco está disponible en castellano, francés, inglés y euskera.
Así pues, y ante la ausencia de un público que pudiese “acariciar” el nuevo cómic de Josema, la presentación ayer del mismo, fue un poco “diferente”…
Juan Royo, presentó el cómic y a Josema, que nos explicó a todos los asistentes quién era Ciclocirco, y las nuevas “pedaladas" de éste por el continente africano, tratando temas tan importantes como el Apartheid, la defensa de la naturaleza o la importancia de la mujer en África.
Y para ilustrarlo e ilustrarnos, Josema nos proyectó “tres cortos”, cada uno de uno de sus cómics, con las imágenes de los mismos. Pero aunque las imágenes fueran preciosas, hasta en las películas antiguas de cine mudo había un pianista, así que esta vez trajeron a toda la banda.
Y toda la banda fue Sinestética, un grupo de Quinto de Ebro, formado en el 2003 por Raúl Cano y David Laga, que pusieron su pop-fusión al “servicio” del Ciclocirco, interpretando cuatro bonitos temas entre los que me encantaron particularmente “Somos Agua” y “Florecillas”.
La verdad es que fue una velada encantadora, buena música, buenas imágenes, buena puesta en escena, y público entregado.
En resumen, una vez más Josema nos hace pasar buenos ratos con sus dibujos, con su simple persona, con su existencia; lástima que no nos pudiéramos ir con el ejemplar firmado, aunque siempre nos quedaran la librería Futuro y Albareda para coger la bici y recorrer caminos al lado de Ciclocirco.