Con catorce años me compre mi primer vinilio en Stereo, en la calle Padre Huesca: era el «Ritmo del garaje» de Loquillo y los Trogloditas.
Desde el primer surco me encantó y no paré de pincharlo en mucho tiempo: Loquillo «molaba» y estaba de moda… no nos cansábamos de escucharlo, lo pedíamos una y otra vez en la barra del Cubitos, y afortunadamente, nos hacían caso.
Al poco tiempo tuvimos la suerte de poderlo ver en Huesca en la Plaza de Toros y después en el Jai-Alai, y pese a que las condiciones en las que estábamos no eran las mejores para escuchar tal concierto, fue memorable.
Aunque el abanico se iba ampliando y los Rebeldes o Los Meteors se venían a mi discoteca particular, cada disco que salía del «Loco» era siempre una fiesta cuando llegaba a casa: «¿Dónde estabas tú en el 77?, «La mafia del baile«, «Mis problemas con las mujeres«, «Loquillo & Sabino«, y conseguí por fin el primero, «Los tiempos están cambiando«, y no la re-edición sino un original, «Rock & Roll Star»...
Muchas canciones del Loco han acompañado mi vida y creo que la de todos los de mi generación; quién no ha querido alguna vez cantarle a alguien el «Cadillac solitario«, o ha bailado frenéticamente con «La mataré«, por no hablar de temas como «El hombre de negro» o «Feo, fuerte y formal«.
Hace dos años aproveché la Expo 2008 para volver a ver a Loquillo, y los recuerdos se agolparon en mi cabeza transportándome a mi adolescencia, haciéndome disfrutar como hacía días que no lo hacía en un concierto.
Me alegré cuando vi que el Loco venía a Zaragoza el 17 de Octubre, !y con menudo plantel!; solamente fallaba la fecha, no podíamos ir de fiesta, pero bueno, no me lo podía perder, así que convencí a Josema y nos fuimos para Independencia.
Son las nueve de la noche, hace un cierzo tremendo, pero comienzan a sonar los acordes de «En las calles de Madrid» y sin dejarnos respirar los enlazan con «María» y «Pégate a mí«; sin palabras…
Tras este comienzo empieza a encadenar canciones, haciendo las delicias de los asistentes que esperábamos que sonasen aquellos «himnos» de nuestra adolescencia y que apareciesen los «invitados ilustres».
Primero aparece Jaime Urrutia, que canta «El Hombre de Negro«, gran versión de un clásico de Jhonny Cash (Men in Black), con un Urrutia algo «ausente» pero como siempre grandioso.
Tras eso continuan los temas de Loquillo, con el guitarra de la banda haciendo locuras en el escenario, y sonando temazos como el «Carne para linda…«.
El ambiente se calienta, el Loco y su banda lo están consiguiendo una vez más.
Y Loquillo, presenta a otro amigo: le toca el turno a Gabriel Sopeña con quien ya cantó en la Expo «La vida por delante«; pero esta vez se inclinan por «Cruzando el paraíso«, preciosa, a mí casi me hace llorar…
El ritmo del concierto está subiendo apresuradamente, «La Mataré«, la estábamos esperando… con pancarta incluida, no sabemos ya si estamos en un concierto de Loquillo o de los Ramones.
Y por fin tras tocar con Dado Villalobos, «Cuando fuimos los mejores«, aparece alguien a quien esperábamos… el gran Sabino Mendez, ufff el alma de los Trogloditas.
Con él interpreta, y a medias con todo el público, «El ritmo del garaje» en una versión más acorde a los tiempos, includa nuestra frase favorita, «…porque tú tienes tu banda de Rock & Roll«.
Esto huele a fin, pero realmente no nos importa.
Y sale Eva Amaral. Loquillo la presenta como la gran dama del rock español y hay, como no podía ser de otra manera, una ovación generalizada… Entre los dos se marcan una versión impresionante del «Rock & Roll Star«, todo sin que Sabino abandone el escenario…
Llegó el final, y como no podía ser de otro modo, simplemente apoteósico, precioso y emocionante, allí está de nuevo Loquillo, brindándonos el «Cadillac Solotario» en medio de la fría noche zaragozana pero calentando el ambiente…
Fue increible, no se podía pedir más, ni tan siquiera el que no hiciera bises nos importó.
Gracias Loquillo por compartir 30 años con nosotros; espero que compartas 30 más…
Tienes razón que buenos recuerdos y que discoteca tenías. Algunos discos realmente duros de pelar, como el de los coyotes, je, je, je.
¿por qué no te animas y te vienes el dia 20 de noviembre a verlo al Jai-Alai? No tan grande como en Zaragoza pero con más sabor sin duda alguna.
Un saludo
Gracias Caco… podría estar bien el ir al concierto, pero son demasiados actos en Huesconsin el mes de noviembre… no?
Habeis pensado algo de fechas para la comida del Insti…
Leyendo a caco he visto que tenias un blog…me ha encantado de veras he pasado un buen rato leyendo algunas entradas. Enhorabuena. Saludos desde Minnesota
Gracias Roberto, me alegro que te gustasen… realmente cuando escribo lo hago para encontrarme bien y si encima os gusta es un lujazo…
Ya sabía que estabas por los USA espero que todo te vaya bien y es un honor «saltar el charco».