2014 el año que perdí el miedo

ParaElPostDelAñoSiempre he sido bastante miedoso para el tema de las alturas y demás, recuerdo hace años unas fiestas del Pilar en la que de juerga en la ferias me baje de “la Nube” por que comenzaba a sentirme si me hubiera bebido toda la reserva de José Cuervo.

Y es que de normal he sido de los que veían los “toros desde la barrera”, ni a la noria de Zaragoza atreví a subirme las navidades pasadas, pero bueno este año he perdido el miedo.

Este pasado verano mientras disfrutábamos de unos días maravillosos en EuroDisney, Pablo Lucia Fer y Alonso me dieron el “empujón” que quizás me faltaba. Verlos subir y disfrutar de las atracciones más “salvajes” del parque y no tener miedo a nada me dio fuerzas para probarlas en mi piel. Así que me decidí a subir en el “Rock ’n’ Roller Coaster” o la guitarra como la llamaban ellos. Una atracción que te pasa de 0 a 100 kilometros hora en menos de 3 segundos mientras suena Aerosmith a todo volumen por 120 altavoces y voltean tu coche en todas direcciones.

Reconozco que sali con un “nudo” en el estomago, por llamarlo de una manera suave, pero contento de haber superado mis miedos de haberlo hecho.

Y esa sensación del nudo en el estomago se ha ido repitiendo más veces a lo largo del año, pero después de la experiencia de EuroDisney me acuerdo de ellos, y del arrojo que tienen y pienso que hay que subirse a la “montaña rusa”, que hay que dar el paso, que hay veces en esta vida que hay que arriesgarse.

Este año que ahora “acaba” ha sido un año de cambios y vertigo en algunos momentos, pero debo de decir que ha sido un gran año.

Familiarmente no puedo estar más contento, mis hijos crecen y cada día me llenan de alegrías, diferentes cada día, se hacen más “persona”, pero son unas maravillosas personas. Su calor y su apoyo no tiene precio.

Lucia, con sus jotas, sus WhatsApps y sus amigas, se me hace mayor y espero seguir siendo un punto de referencia para ella, ella me da fuerza cada día que la veo, una chica seria en el trabajo y alegre cuando toca divertirse.

Pablo, entre “patadas” y “disparos” nos hace reír con su humor “especial” y sus improvisaciones, la verdad es que es bastante yo.

Eva, mi apoyo condicional, 100 % volcada en el proyecto familiar y laboral, y poniendo sensatez y amor a todo lo que hace, sin ella, nada de lo que hago sería posible. Sorprendiéndome día a día con pequeños gestos y detalles que llenan mi vida de alegría, como la llamada del otro día al programa de Carlos Herrera.

Pero este año también he sido consciente de que nos “hacemos mayores” y nuestro entorno también, y pienso en mis padres cada día, mi madre con sus dolencias y mi padre dándonos una lección cada día que pasa.

Personalmente ha sido un buen año, desgraciadamente no he tenido demasiado tiempo para dedicarme a mis amigos y a mis hobbies, pero espero que esto cambie en el 2015; hasta Pablo le ha pedido a los Reyes Magos que yo tenga más tiempo para jugar al padel.

He echado de menos alguna cervecita más con “Los Zurrupias”, esas cenas en el barrio y juntarme con “Los Renos”, pero todo llegará… pero también hemos pasado grandes momentos con “La Chipipandi” y con los “incombustibles” Ana y Javi a quienes siempre tengo cerquita cuando los necesito.

Y como ya es tradición otro año más volví a ver a “mis compis” del Ramón y Cajal, en una cita que ya se ha vuelto un “clásico” en nuestras agendas y que hace que nuestras neuronas se remonten a “tiempos pasados” mientras disfrutamos en el Arkanos.

Laboralmente el balance no puede ser más positivo, continuamos sembrando y poniendo los cimientos de nuestro proyecto.

Comenzamos el año entre “La Colaboradora” y la oficina que nos prestaba Carlos Mariñosa, pero finalmente decidimos dar el paso y desde Mayo tenemos nuestra propia oficina en el Centro Empresarial Parque Roma.

Oficina que en Noviembre se nos quedo “pequeña” y que hemos pasado a una mayor, todo gracias a las incorporaciones en el equipo de Sephor Consulting de Eva, Fernando, Lorena y Silvya.

Ha sido un año de proyectos y retos, de nuevos clientes y de afianzar a los que ya teníamos, un año que pintaba difícil pero que valorándolo ha sido un gran año.

Además de los diferentes proyectos en los que estamos embarcados este año he comenzado, gracias al IAF y a su proyecto Emprender en la Escuela, a dar charlas en colegios e institutos teniendo que volver al Ramón y Cajal después de más de 25 años, esta vez como profesor, todo una experiencia que no creo que olvide facilmente.

El año 2015 va a ser un año de cambios, de crecimiento, de “arrimar el hombro”. Un año que como siempre traerá nervios, emociones, alegrías y alguna que otra decepción. Pero estoy convencido que será un gran año, tengo conmigo el mejor equipo, la mejor familia y los mejores amigos, y así nada puede fallar.

Os agradezco una vez más que estáis a mi lado, caminando, corriendo, subiendo a la «montaña rusa” o dándome ánimos cuando el que debe subir soy yo.

Todos sois importantes para mí y por eso quiero dar las gracias a:

Eva López, compañera infatigable y una gran capitana.
Lucía Bolea, por demostrarme cada día su amor de hija.
Pablo Bolea, por su espontaneidad y su ternura.
Isaac Bolea, mi padre, por su paciencia y cuidados, y su genio.
Tere Aguarón, mi madre, por todo el amor que me ha dado.
Nacho y Jorge López, por dejarme estar en sus vidas.
Fernando Rivas, no dejes nunca de ser mi “tato”.
Susana López, por ser mi gran amiga.
Fer y Alonso Rivas, por ser como su tio.
Ana Ruano y Javier Mallén, por estar cerca cuando los he necesitado.
Adrián Mallén, por tratarme realmente como un padre adoptivo.
Susana Cuñado, por sus sabios consejos.
Carlos Mariñosa, por aguantar mis neuras y contarme las suyas.
Pilar Martin, por contar conmigo.
Nacho Broto, por el reencuentro y la oportunidad.
Blanca Barón, por la organización de la comida del Insti.
Mª José Used y Daniel Gimenez, por hacerme sentir como en casa.
Mariano Carrasco, por su gran lección de vida.
Sanne Boonen, por venir a “vernos”; Bedankt.
La Chipipandi, por aceptarnos dentro de ella.
Pilar Argiles, por dejarme ser su “delfín”.
José Ignacio Baciero, por preocuparse.
María Corredera, por seguir siendo “Marieta”.
Gustavo Rodriguez, por seguir siendo el “doctor”.
Victor Puyal, por hacerme un “hueco” entre las sillas.
Alvaro Abad, demostrar confianza día a día.
Raúl Calavía, por seguir diciéndome las cosas que me dices.
Joe McMahon, por seguir aguantándome de pareja.
Juan Antonio Molina, J4M, por acordarse como todos los años.
Fernando Cebolla, por sus contenidos y confianza.
Lorena Jaria, por creer en el proyecto.
Juanvi Rivera, por dejarme formar parte de su “familia ecológica”.
Silvya Arroyo, por arrimar el hombro cuando se le pide.
La gente de La Colaboradora, por dejarme seguir en el proyecto.
Todos los Emprendedores, por permitirme ayudarles.
Las “chicas” de VidaNaturalia, por fiarse.
Teatro Arbolé, por «abrirme sus puertas”.
José Luis Belloc, por aguantar mis quejas de cliente.
Borja San Martin, por sus soluciones técnicas.

Y en definitiva a todos los que hacéis de mi vida algo sencillo y maravilloso.

Feliz 2015.

Esta entrada fue publicada en Amigos, Blog, Familia. Guarda el enlace permanente.

4 respuestas a 2014 el año que perdí el miedo

  1. fernando dijo:

    El placer es mutuo Isaac. Gran trabajo el de Sepor Consulting. Feliz 2015 para ti y los tuyos.

  2. Rivas lopez dijo:

    Bueno caprichote, un año mas nos encanta leer tu crónica del año q dejamos. Simplemente estamos encantados de estas siempre q podemos junto a vosotros.
    Queremos continuar compartiendo nuestras andanzas y aficiones.
    En dos palabras como diría Jesulin OS QUEREMOS!!!!!!!

  3. Tu dijo:

    Que decirte que no sepas ya….tu y los tuyos sois magníficos. Os queremos y os deseamos lo mejor en el 2015 , porque vuestros triunfos y alegrías son también las nuestras. Un beso enorme a los Bolea-López
    PD:Javi y yo tenemos gasolina para rato…

  4. JUAN ANTONIO dijo:

    Gracias a ti Isaac.

    A seguí palante.

    Jam

Responder a Rivas lopez Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *