Un año de fútbol

Mientras estoy sentado en el sofá de casa viendo las últimas fotos de los chicos que me ha pasado Isabel, pienso en lo que ha sido este último año, un año de fútbol.

En octubre el fútbol entró en casa de la mano de Pablo, que nos ha hecho ir de “lado” los sábados por la mañana, haciéndonos madrugar y acudir a sus partidos.

Desde que empezamos, descubrí que detrás de esos diez niños había algo más que simple fútbol y que el deporte se estaba convirtiendo en el pegamento que los unía, que hacía de ellos un grupo y que transformaba nuestros esfuerzos en una tarea que realmente merecía la pena.

Qué buenos momentos hemos pasado, cómo hemos disfrutado viéndoles salir al campo cargados de ilusión, de energía, llenos de ganas, celebrando cada vez que uno marcaba y aceptando deportivamente las derrotas.

Una vez, Anna Mascaró me dijo que debemos aprender de nuestros hijos, que son nuestros maestros, y una vez más, que razón tenía.

Sábado tras sábado nos enseñan que hay que luchar, que hay que compartir, que hay que respetar.

Con qué maravillosos goles nos ha deleitado Alex, y esas celebraciones; cómo defiende Ernesto, nuestro “muro” no les dejes pasar; qué paradones ha hecho Tomás aún teniendo que soportar la presión de Joe; el polivalente Dani, tanto en la portería como metiendo goles; la fuerza con la que Unai defendía, la de goles que ha evitado; la ilusión puesta por Eduardo, que siempre sale al campo a por todas; Miguel de delantero, dispuesto a marcar miles de goles, poniéndole todas las ganas del mundo; Alejandro, regateando y presente en el campo incluso en plena recuperación de su operación; Miguel Ángel, no sólo un portero sino un excelente jugador; y las subidas de banda de Pablo, regateando contrarios… todos, todos, nos han hecho sentir grandes.

En definitiva diez niños que han convertido nuestras mañanas de los sábados, en un momento precioso y especial.

Pero no puedo dejarme en el tintero a Emilio, ese gran entrenador que ha sabido manejar y dirigir a nuestros hijos, enseñándoles no sólo futbol sino valores importantes como la deportividad y el respeto.

Quiero recordar especialmente a nuestro “mecenas”, nuestro gran patrocinador, el “gran” Gustavo, un ejemplo de generosidad,  que ha vestido a nuestro equipo dándoles el “toque” que les faltaba para parecer auténticos profesionales.

Repasando el año no puedo dejarme otro “pilar” importante para el equipo, los padres: los que desde la grada hemos animado a nuestros hijos, hemos respondido al compromiso que en su día se nos pidió, llevando a nuestros hijos a cada partido sin importarnos ni el frío ni el calor, ni los madrugones que hacen “pegarnos” los sábados; mientras Pablo nos espera en el sofá cambiado para el partido, nosotros nos “arrastramos” por la casa a diez por hora.

Desde la grada nos encanta animarles, intentar transmitirles nuestra “fuersa”: Qué ricos esos almuerzos tras los partidos con los dulces caseros de Marta, hechos con todo el cariño, el chocolate de Ana y el caldo casero que les llevábamos para que repusieran fuerzas; ese botiquín de Lola, siempre preparado para “repasar” a nuestros hijos tras las “heridas de guerra”.

Pero la temporada toca a su fin, y tras el partido pasado en Helios en el que nos “apearon” de la copa, nuestros “titanes” también merecen un descanso.

Este fin de semana, ha sido de exhibición, de despedida, pero solamente de un hasta luego: esta unión no se separa tan fácilmente.

Ayer nos volvieron a dar una alegría más en su “estreno” sobre césped artificial ganando sobradamente al Británico.

Y mientras acabo de preparar este post, Pablo ya está cambiado para salir hacia el Molière para jugar el último partido de la temporada.

Gracias chicos por el maravilloso año que me habéis hecho pasar, gracias por ser como sois, y gracias por hacerme disfrutar con ello.

Con “fuersa”…

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Una respuesta en “Un año de fútbol

  1. Ana dijo:

    Gracias a ti Isaac, a tu familia y a todas las familias por compartir esa ilusión. El mayor éxito de este año no ha sido futbolístico sino personal, las nuevas amistades que han nacido gracias a taaaaantos partidos, esa es nuestra gran victoria y vale casi más que la otra.

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